No sé a qué se debe
la adoración que te profeso
ni las interminables noches de espera
por tus besos y caricias
y tus manos agrietadas
de dedos largos y finos
como fideos.
¿Cuántas veces al día colapso
y creo ver en los fantasmas desesperados
caminos de verdad alternativos a la senda que marcan tus caderas?
Muchas no... quizás dos o tres, lo suficiente para conocer mi frontera
y mi aguante puesto a prueba por años de esperar, esperar y esperar.
Ahora, sólo quedan unos días para que llegues
y mi vida cambie completamente.
Aquel paso que postergamos tanto tiempo tanto,
está aquí.
¿Qué se hace en estos casos?
Poco es harto en estos días
y nada es todo para quien muere...
por eso, esta noche y todas las noches desde hoy
dejo de lado mis temores,
orgullos,
deseos,
frustraciones...
para recibirte,
sólo para eso.
Llega como la suerte a mi mano,
ilumina mi camino,
porque eres la piedra que le falta
a la pirámide de mi alma
para ser perfecta.
Además, pones una cara cuando estamos pegados
que se queda grabada y acompaña en el frío, en serio.
Monday, December 31, 2007
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 comment:
y vover, volver, volveeeerrrr, a tus brazos otra vezz.....jiji
Post a Comment