Enfrentamientos organizados por algunos seres humanos.

Por Horacio Miranda

Tan solo basta observar que el animal más débil no tiene collar, su pelaje está hirsuto y sus extremidades muestran señales de patologías de piel debidas a nutrición insuficiente, para entender por qué fue llevado allí a ser sometido a su martirio.

Otro aspecto se refiere a la actitud pasiva de quien toma la fotografía, ya que el lugar es un recinto construido por el ser humano y la escena no corresponde a un suceso de la naturaleza sino que ha sido preparado.

Un aspecto adicional consiste en la actitud del victimario, quien lleva collar y fue dirigido allí, pero no intenta atacar a otros de mayor tamaño que le pudieran responder, sino que en su cobardía ataca a quien sabe que no podrá defenderse de él.

El animal víctima de esta situación, mira a quién se mantiene observando la escena. Quizás ve la presencia de una imagen que sabe que puede interrumpir su dolor y desesperación.

En el desenlace, se puede observar que los animales de mayor tamaño llevan collar y la víctima más débil no tuvo alguien que lo aceptara y al menos cubriera parte de su cuello con algo que lo arraigara a una pertenencia y protección.

El estado de nutrición de los animales destinados a eliminar a los más débiles, muestra el nivel de desprecio de sus captores quienes los mantienen también a ellos al límite de la sobrevivencia.

Finalmente, la conciencia ha cedido y el dolor ha finalizado en el tiempo. Es mejor estar muerto que vivir así. Es mejor estar muerto que vivir con miedo, y sufriendo: “Vivir con miedo es vivir en la esclavitud” (R.Scott, 1982)

Es mejor proteger a quienes sufrirán, y si no se es capaz de hacerlo, entonces es mejor ayudar a que dejen esta vida con dignidad, para no dar la posibilidad a sus captores de atormentarlos y someterlos al miedo y al sufrimiento.

Así como con los animales, en los humanos también los martirizados son los más débiles: niños, ancianos, mujeres, tanto sanos como enfermos. Aquellos que tengan menos educación. Los que menos se pueden defender.
( “El conocimiento os puede hacer libres”, Javier Alonso, 2004, UAM)