Thursday, May 31, 2007

Fractura en el corazón

Ataque fulminante al corazón.
Lo has dejado partido,
entre tu espalda contornearte
y la soledad de mis pensamientos.
Te desapareces de mi alma
y te reencuentras con mi recuerdo,
y en un pestañear
divides lo que unes,
y en una palabra unes lo que separas.
Tu sabes de tu poder
y de tus tiempos,
de tu ternura
y tus miedos

Y yo como pueblo
que te sigue a una tierra prometida,
sólo bajo la cabeza
y camino por este desierto de piedras afiladas,
tratado de llegar a alguna parte.
Esperando aquel milagro que me dirá que voy en la senda correcta.
El maná del cielo.
Y a veces caigo
y la tentación del becerro de oro,
su silueta afrodita
y sin embargo,
tú, me respondes con mandamientos,
en vez de cogerme entre tus brazos
y comprender mi naturaleza humana.
Porque si del polvo venimos,
del polvo vienes tú.
Porque si pecado somos,
pecado eres tú.
Porque a imagen y semejanza fuimos hechos
y a imagen y semejanza moriremos.

¿Cómo comprender tu naturaleza violenta?
¿Cómo justificar guerras en tu nombre?

Y este corazón en dos capítulos,
uno dedicado a tu nombre de amante fiel y con fotografías en colores pastel
y el otro dedicado a lo absolutamente contrario.
y tu ya sabes
que ya no es el mismo,
y tratas de esperar a que el tiempo cure las heridas,
que la paciencia todo lo puede.
Y que caminaremos por los parques en días de otoño,
sin entender que esta es una historia de siglos.
Una rebelión divina,
y que terminaré por ser tu pueblo maldecido.
Odiado.
Y olvidado.

Por: Fernando Muñoz

1 comment:

Revista Eucalíptica said...

si es así como es...
poca esperanza tenemos.
¿hay lugar para la felicidad en medio de todo eso?