Y en días como estos te recuerdo.
Y pienso en noches como aquella.
En noches como la que caminabamos de la mano,
por parque interminables,
por senderos sin prisa
En días como estos recuerdo tu nombre,
y la facilidad que había en pronunciarlo
y la felicidad que había en pronunciarlo
En días y tardes como estas,
recuerdo la suavidad de tu perfume
y tus cabellos acariciando mi piel,
y el calor de tus besos veraniegos.
Sin prisa, sin tiempo, sin urgencia.
Y finalmente en tardes como esta.
Recuerdo las innumerables despedidas
y esa lágrima invisible en nuestras mejillas,
yo, yéndome para otra parte
y tu, talvez esperándome… talvez.
Por: Fernando Muñoz
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2 comments:
Si que son inmensos los senderos,
al final de mil caminos
siempre habrá desvíos
dicen por ahí.
Eso tiene que ver con el corazón.
Un abrazo
Marcelo
Aunque poco ajeno a lo que es y hasta el momento ha sido mi vida amorosa, tus palabras resuenan en mí ser y hacen que desee el viaje por esos senderos de amores que en cierto momento llegaron a saturar tu vida y por algún motivo se alejaron para siempre.
N.
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