Thursday, November 03, 2005

Ser Urbano

Por Fernando Muñoz

Y esto de ser un ser urbano.
Sacado de tu jungla de concreto y violencia,
de tus calles oscuras y solitarias,
de ese vagabundear taciturno y perdido;
Perdido como el corazón marchito;
Marchito como aquel amor que floreció sólo esa primavera
para perderse en medio de edificios y de peatones,
en medio de señales confusas y bombas lacrimógenas.

Esto de ser un ser urbano y de extrañar
ese sentimiento de anonimato,
de ser y estar rodeado,
de ser y dejar de ser al voltear la esquina,
de tener más de un millón de puertas donde pasar la noche.

Esto de ser un ser urbano y extrañar tu ruido
y tus traiciones de ciudad mujer,
tus amores fortuitos y fugaces,
frutales e infinitos.
Y tus copas de vino y fiesta,
sabores, y besos y piernas...
Extrañar tus escotes nocturnos
con esas curvilíneas luces de neones
rozando tu piel azulada
y tu boca de mandarina besadora.

Esto de ser un ser urbano y soñar tus parques,
como un gran sexo verde y vegetativo,
extendido en tus más profundas entrañas,
en tu rincón más oculto y hermoso,
en medio de calles de asfalto y adoquines.
Añorar tus árboles de otoño
confundidos con tu gris semblanza;
Y aquel banco de amantes
con tu mano suave y tibia
y tu cara envuelta en una bufanda al viento
como única bandera "flameante"
declarando nuestro amor de hojas secas.

Esto de ser un ser urbano;
Extrañando... perdido en un pueblo de nombre escurridizo
donde soy minoria que se nota a lo lejos.
Con tan sólo las historias que puedo recordar.
Con tan sólo los recuerdos que puedo contar.

Esperando algún día...

Volver a respirarte.

Volver a vivirte.

Volver a amarte.

1 comment:

Anonymous said...

Veo que nos está pasando algo similiar, añoramos lo que fuimos, tú más de 2 años fuera, yo 2 meses, pero la sensación es la misma. Lo sé porque el otro día amanecí tomando whisky con Julio, un chileno residente hace 30 años en Europa, vive en Dinamrca con su esposa e hijas... me vomitó gran parte de sus conclusiones ebrias de nostalgia de que no tenía identidad, que no era chileno cuando iba a Chile, ni danés en Dinamarca, ni español en España... ¿qué hueá soy? me preguntaba (con esto de "ser" psicólogo, todos te agarran de paño de lágrimas y te exigen respuestas).
Bueno, espero que no lleguemos a tales niveles. Después de todo, somos el espíritu patiperro del chileno que fue al norte al salitre, a California al oro, a la patagonia a las ovejas, a Europa al exilio... algunos creen que de eso se trata la "globalización" aunque el peligro está en perder la identidad... una buena solución es este espacio que hemos creado hermano, para mantener vivas nuestras fuerzas y nuestro corazón latiendo.

Felicidades nuevamente por tu hija

Marcelo