Wednesday, November 12, 2008

El encuentro


Por Marcelo Mogura

Habían pasado las primeras batallas con catastróficos resultados. Los toquis no estaban muy contentos, sentimiento que sólo compartían aquellos que aún estaban vivos. Pero, para el sabio Colo Colo, la suerte todavía no estaba echada.

En eso pensaba, cuando se le acercó con aire de pregunta uno de ellos. Con rostro inteligente y piernas tan valientes como astutas, Nahuel había salvado con vida de aquellas batallas.

- ¿Me preguntarás algo? ¿llorarás de dolor por los caidos?
- Esta vez no, Colo Colo.
- ¿Entonces?
- He encontrado esto en el campo de batalla y no sé qué será...

En sus manos, de bronce y brillante, una cuchara. Pronto los que aún vivían, salieron del letargo, el miedo y la tristeza, para reunirse al rededor del hallazgo.


- Es una arma, una punta de flecha...
- Un adorno de mujeres huincas...
- Un amuleto para ganar las batallas...

Colo Colo observó el instrumento entre sus manos. Sabía que la respuesta correcta aún no surgía. Respiró profundamente y preguntó a Nahuel:

- ¿Qué es lo que te intriga de tu hallazgo?
- Es extraño, pero si miro fijamente el objeto, por un lado me reflejo al derecho y por el otro al revés... ¿por qué?

El grupo quedó paralizado de asombro. Pronto comenzaron el experimento. Miraban un lado de la cuchara y su rostro estaba al derecho; la giraban y estaba al revés. Unos reían curiosos, los otros decían con miedo:

- Brujería de los huincas...
- Es un amuleto para que perdamos las batallas...

Antes de que alguno motivado por el miedo cometiera la imprudencia de hacer quizás que cosa con el objeto, Colo Colo arrebató rápidamente la cuchara al grupo. Todos callaron. Nuevamente, con la cuchara en la mano, respiró y dijo:


- El objeto contiene al mundo dentro de él. Todos los polos en un solo instrumento. Por un lado es cóncavo y por el otro convexo. Es hombre y mujer al mismo tiempo. Por el lado macho, la punta, las cosas son lo que son o, al menos, lo que parecen ser. Por el lado hembra, la guata, las cosas parecen al revés, pero... todo está reflejado allí.

- Entonces, ¿es bueno o malo?
- Ambas cosas a la vez. Por lo tanto, ninguna.

La cuchara fue devuelta a Nahuel quien la guardó como un amuleto colgado junto a su pecho hasta después de aquella batalla en la cual Leftraru victorioso le preguntó:

- Y ahora, ¿cómo nos comemos su corazón?

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