
Y se sentaba
Mirando el horizonte
A esa distancia implacable
En esta tierra de soldedad
Y te miraba
A pesar de que estabas ausente
Y sin quererte
Te comenzaba a extrañar
Su rostro pálido y delgado
Acariciado por esa brisa helada
Por una que otra hoja de otoño
Y por los sueños que no volverán.
1 comment:
desde luego hermano, esa mujer le ronda a usted mogollón!
¿qué es mejor, la mujer que ronda o la que está redonda a tu costado? ¿qué da más alegría, el recuerdo incierto o el olor sapal que te despierta por las mañanas a follar? Dímelon túna! Mogura.
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